Carteles e Ilustraciones
Una faceta particularmente intrigante se centró en la ilustración de revistas, fanzines y carteles publicitarios y políticos. Esta actividad se remonta a la década de los años 20 en París, donde, con recursos limitados y mediante el reciclaje de materiales, creó el dibujo que lo llevó a obtener el primer lugar en el Certamen Internacional de Carteles convocado por el Sector Universitario de la Sociedad de Naciones. Posteriormente, recibió otros reconocimientos en la misma categoría.
Un punto destacado es su desempeño como ilustrador y grabador para publicaciones como “Ayuda! Boletín del Comité de ayuda a los niños del pueblo español” o “Defensa Roja”, ambas en el contexto de la Guerra Civil y respaldadas por Socorro Rojo Internacional, el brazo global del Partido Comunista. En México, contribuyó de manera regular a publicaciones como “Lux. Revista de los trabajadores” y, de 1937 a 1946, creó numerosas portadas para la revista “Futuro”. Además de estos encargos, continuó trabajando como cartelista para el partido político PRM y organizaciones internacionales, así como en otros proyectos publicitarios, como los carteles para las campañas presidenciales de Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán Valdés.





Artes Escénicas
Su conexión con las artes escénicas comenzó en 1951 cuando asumió la dirección de la Academia de Danza Mexicana, invitado por Miguel Covarrubias, quien en ese momento coordinaba dicho departamento en el Instituto Nacional de Bellas Artes.
Durante su liderazgo, Balmori se dedicó al diseño de vestuarios, escenografías y anuncios publicitarios. Junto a Covarrubias, sentaron las bases para el desarrollo de la danza moderna en México, contribuyendo al forjamiento de un estilo propio durante la denominada “Época de Oro” que marcó la identidad nacional.

Durante los años en que estuvo al frente de la Academia de Danza Mexicana, la actividad pictórica de Balmori naturalmente se vio reducida, focalizándose en ilustraciones que capturaban el ritmo de los cuerpos y el movimiento de los bailarines. Entre los trabajos destacados se encuentran un boceto y una serie de fotografías que documentan su labor en el Hotel Alfer, hoy desaparecido tras el sismo de 1985. En este lugar, pintó entre un paisaje selvático, representando los cuerpos ágiles de los bailarines. En ese mismo periodo, se encuentran cuadros de gran formato donde las curvas elaboradas de manera consistente reflejan la búsqueda del maestro por infundir fuerza y vitalidad a sus obras. Ejemplos notables incluyen “Danzo” y “Tres personajes”, donde las figuras se entrelazan en complejos arabescos, uniendo el color y la abstracción de las formas.

Tres personajes
Óleo sobre tela 1968

Tambor
Óleo sobre pergamino 1960



